jueves, 9 de septiembre de 2010

Castillo Del Terror

Me veo en la dulce obligación de hacer una entrada para uno de mis sueños cumplidos. Aunque ya en su momento di las gracias a todos los participantes del castillo del terror por tuenti ahora que tengo otra manera más de hacerlo la quiero aprovechar, pero primero (por si diese la casualidad) pongo en antecedentes a aquellos que no saben de lo que hablo.


Mi grupo de amigos y yo tenemos una asociación y aprovechando mi posición de presi y que me había comprado un látigo nuevo me puse manos a la obra para hacer el susodicho castillo. Por supuesto no podía hacerlo yo sola así que de una manera tan fácil y sencilla que parece increible un grupo grande de gente hizo que el castillo saliese adelante. La historia (inventada por Adam y relatada a los visitantes por Zippy) trataba de un doctor que pierde a su mujer durante el parto de su hija a la cual tiene que criar el solo hasta que con 10 años presenta sintomas de una enfermedad degenerativa, el doctor en un intento por salvar a su hija empieza a experimentar con vagabundos y cuando ya no quedan más sigue raptando niñas. Con esa información la gente entraba en el castillo que era el Centro Jóven de nuestro pueblo/ciudad (nunca nos pondremos de acuerdo sobre donde vivimos..)Todo estaba lleno de sangre, un pasillo sinuoso negro con criaturas (C.Inverse) de manos frias y húmedas que no te dejaban salir, baños con mensajes en los espejos, el quirófano del doctor (Roach) con su ensangrentada víctima (Alestra) y muchisimas más cosas. Durante el recorrido encontraban (o no, que muchos se dejaban las pistas perdidas en el camino cuando echaban a correr despavoridos) 5 fragmentos de la carta de suicidio del doctor en la que se relataba el final de la historia. Para el que haya estado en el Castillo leer esto debe de ser una tortura (porque lo explicamos 100000 veces y yo personalmente leí la puñetera carta 10000 veces más, una con cada grupo. La odio! y eso que la había escrito yo...)

En fin, lo importante de la entrada no es el Castillo en sí, lo importante son, por muy cursi que suene, los sentimientos que experimente cada día: compañerismo, exaltación, estrés, ilusión, asco (con la maldita pintura mezclada con ketchup y con soja, dios que pestazoooooooooooooooooo), dolor (físico esencialmente), expectación... si alguna vez habeis tenido la oprtunidad de cumplir uno de vuestros sueño sabreis a que me refiero. Esa sensación de pararte en medio del caos y mirar como todo el mundo pone de su parte, trabaja, rie y se emociona, aportan ideas, materiales y todo para llegar al gran final del día de apertura; pero realmente ya tienes tu gran final, tu gran final no es una linea, no es que la gente entre y se asuste (que recompensa mucho pero no lo es todo), tu gran final ha sido todo ese camino hasta la meta...
Me estoy poniendo sentimentaloide así que mejor dejo como último punto de la entrada un recordatorio: "No rememoreis solo lo bueno como acabo de hacer yo, sed realistas y pensad en la paliza de limpiar que nos dimos..." Eso va para los que quieren repetir en invierno (que me apunto, no os quepa duda jejeje)
Y con eso y un bizcocho (mmm...)
Os quiero energúmenos

2 comentarios:

Christian W Linares dijo...

Ains... si es que leyendo estas cosas es imposible que no tenga ganas de repetir el castillo todos los fines de semana! =) La verdad es que trabajar miles de horas con toda la gente con la que lo hemos hecho es algo que me ha gustado muy mucho! Por suerte, tenemos un montón de proyectos más que llevar a cabo... y eso siempre es bueno =)

En mi blog hay una entrada con un título tuyo xD

Mª Teresa Martín González dijo...

Me alegra que todo saliese bien y os divirtiéseis. Ya sabes, a repetirlo
Un saludo